viernes, 10 de diciembre de 2010

FE CRISTIANA: Comunicación 35

¿QUÉ SABES DE LA FE CRISTIANA?
Comunicación 35ª

Posible metodología: Lee las preguntas y comprueba cuánto sabes de
ellas. Si te parece bien, lee las respuestas que se han dado.

1. HOMBRE Y MUJER LOS CREÓ
  • ¿Cuál es el significado profundo de la sexualidad?
R/ El “crecer y multiplicarse” en el ser humano ha de mirarse siempre bajo la perspectiva de la creación: Dios crea al ser humano “a imagen y semejanza de la Trinidad”. Esto hace que la generación humana, dentro del contexto más amplio de la sexualidad, no sea algo puramente biológico, sino que afecta al núcleo íntimo de la persona humana en cuanto tal. Así, es esencialmente distinta a la sexualidad propia de la vida animal. “Dios es amor”, y su amor esfecundo.
  • ¿Cuál fue la consecuencia del pecado original en este ámbito?
R/ El pecado original rompió la armonía del ser humano consigo mismo y con los demás.Esta fractura ha tenido una repercusión particular en la capacidad de la persona de vivir tracionalmente la sexualidad. De una parte, Ha oscurecido la inteligencia que es el nexo inesperable que existe entre las dimensiones afectivas y generativas de la unión conyugal; de otra parte, ha dificultado el dominio que la voluntad ejerce sobre los dinamismos afectivos y corporales de la sexualidad.

2. LA VOCACIÓN A LA CASTIDAD
  • ¿Qué es la castidad?
R/ La castidad es una “vocación”, porque esta virtud es condición y parte esencial de la vocación al amor, al don de sí mismo, con el que Dios llama a cada persona.
La castidad hace posible el amor en la corporeidad y a través de ella. Podemos decir que la castidad es la virtud que habilita la persona humana y la conduce en el arte de vivir bien, en la benevolencia y paz interior con los demás hombres y mujeres y consigo misma; la sexualidad humana atraviesa todas las potencias, desde lo más físico y material, a lo más espiritual, coloreando las distintas facultades según lo masculino y lo femenino.
  • ¿Es posible vivir la castidad?
R/ En el estado actual, el hombre no puede vivir la ley moral natural, y por tanto la castidad, sin la ayuda de la gracia. Esto no implica la imposibilidad de una virtud humana que sea capaz de conseguir un cierto control de las pasiones en este campo, sino la constatación de la magnitud de la herida producida por el pecado, que exige el auxilio divino para una perfecta reintegración de la persona.

3. LA EDUCACIÓN A LA CASTIDAD
  • ¿Qué implica la formación en la castidad?
R/ La verdadera educación a la castidad no se conforma con informar sobre los aspectos biológicos, sino que ayuda a reflexionar sobre los valores personales y morales que entran en juego en lo relacionado con el nacimiento de la vida humana, y la maduración personal; fomenta ideales grandes de amor a Dios y a los demás, a través del ejercicio de las virtudes de la generosidad, del darse a uno mismo, el pudor que protege la intimidad, etc., que ayudan a la persona a superar el egoísmo y la tentación de encerrarse en uno mismo.
  • ¿Qué medios hay para vivir la castidad?
R/ En la lucha para vivir esta virtud son medios importantes:
La oración: pedir a Dios la virtud de la santa pureza; frecuentar los sacramentos, principalmente la Eucaristía y la Reconciliación: son las medicinas de nuestra debilidad.
El trabajo intenso: evitar el ocio.
La moderación en la comida y bebida.
Tener pudor y modestia: en el vestir, etc.
Desechar las lecturas de libros, revistas o diarios inconvenientes; y evitar espectáculos inmorales;
Ser muy sinceros en la dirección espiritual.
Olvidarse de sí mismo.
Devoción a La Virgen María.
La castidad es una virtud eminentemente personal. Implica un “esfuerzo personal” pues el desarrollo de la persona humana y el crecimiento de la sociedad están mutuamente condicionados: hace tiempo que vivimos una época de la historia dominada por el hedonismo, y Benedicto XVI, desde el principio de su pontificado, nos habla de que vivimos inmersos en “el relativismo” en lo que todo nos da igual; esto no es favorable a vivir la castidad.

4. LA CASTIDAD EN EL MATRIMONIO
  • ¿A qué está ordenada la unión sexual?
R/ La unión sexual esta ordenada al amor conyugal del varón y de la mujer; se realiza de modo verdaderamente humano solamente cuando es parte integral del amor con el que el varón y la mujer se comprometen totalmente entre sí hasta la muerte.
La grandeza del acto por el que el varón y la mujer cooperan libremente con la acción creadora de Dios exige unas estrictas condiciones morales de gran importancia ya que entra la capacidad de generar una nueva vida humana llamada a la eternidad y que desde que es engendrada tiene vida independiente y nadie puede disponer de ellos: son personas.
  • ¿Qué condiciones morales requiere?
R/ De esta forma la razón nos dice que el ser humano, varón y mujer, no deben separar voluntariamente las dimensiones unitivas y procreativas.
Hoy día se sabe, y Pablo VI en la Humanae vita señala, que es difícil aumentar la familia, es la razón por la que habla mucho y se habla mucho de “paternidad responsable”: los esposos castos sabrán descubrir los momentos más adecuados para vivir esta unión corporal, de modo que refleje siempre, en cada acto, el don de sí que significa.
A diferencia de la dimensión procreativa, que puede actualizarse de modo verdaderamente humano solamente a través del acto conyugal, la dimensión unitiva y afectiva propia de este acto debe manifestarse de muchos otros modos.

5. LA CASTIDAD EN EL CELIBATO
  • ¿Qué supone la castidad en el celibato?
R/ Dios quiere que mientras se prepara una pareja al Matrimonio se viva la castidad en el celibato, preparando sus vidas hasta dicha celebración. Es cierto que no está de moda, pero quienes permanecen célibes hasta el matrimonio comprueban y dicen que es mucha más la satisfacción.
Por otro lado, Dios llama algunos a que vivan su vocación al amor de un modo particular, en el celibato apostólico. El modo de vivir la vocación cristiana en el celibato apostólico supone la continencia. Esta exclusión del uso de la capacidad generativa no significa en ningún modo la exclusión del amor y la afectividad.
Al contrario, la donación que se hace libremente a Dios de una posible vida conyugal, capacita la persona para amar y donarse a muchos otros seres humanos, ayudándoles a su vez a encontrar a Dios, que es la razón de dicho celibato.
Este modo de vida ha de ser considerado y vivido siempre como un don, pues nadie puede arrogarse la capacidad de ser fiel al Señor en este camino sin el auxilio de la gracia.

6. PECADOS CONTRA LA CASTIDAD
  • ¿Cuáles son los principales pecados contra la castidad?
R/ El vicio de la lujuria tiene muchas y graves consecuencias: la ceguera de la mente, por la que se oscurece nuestro último fin y nuestro bien; la debilitación de la voluntad, que se hace casi incapaz de cualquier esfuerzo, llegando ala pasividad, a la desgana en el trabajo, en el servicio, etc. Te hace vivir en un fuerte relativismo; el apego a los bienes terrenos que hace olvidar los eternos; se puede llegar al odio de Dios, que aparece al lujurioso como el mayor obstáculo para satisfacer su sensualidad.
La masturbación es “la excitación voluntaria de los órganos genitales a fin de obtener un placer venéreo”.
La fornicación es la unión carnal entre un hombre y una mujer fuera del matrimonio.
El adulterio “designa la infidelidad conyugal; cuando un varón y una mujer, de los cuales al menos uno está casado, establecen una relación sexual, aunque ocasional, cometen adulterio”.
Asimismo son contrarias a la castidad las conversaciones, miradas, manifestaciones de afecto hacia otra persona con deseo libidinoso, el deseo libidinoso entre novios que constituyen una ocasión próxima de pecado que se busca y no se rechaza.
La pornografía, exhibición del cuerpo humano como simple objeto de concupiscencia;
La prostitución, transformación del cuerpo en objeto de transacción económica y de disfrute carnal.
La violación, es forzar a agredir con violencia la intimidad sexual de una persona; atenta contra la justicia y la caridad.
Más grave todavía es la violación cometida por los padres (incesto) o de educadores con los niños que les están confiados.
Los actos homosexuales son intrínsecamente desordenados, como ha declarado siempre la Tradición de la Iglesia.
Hoy día, muchos gobiernos, a través de leyes y tomándose unos derechos que pertenecen primordialmente a los padres, dan normas para la educación de la sexualidad de niños y jóvenes, incluso, como sucede aquí en España, imponiendo una asignatura “obligatoria” que le llaman Educación para la Ciudadanía y cuyos contenidos se ha comprobado que son, dicen ellos que es educción no-sexista, pero que es un texto de educación sexual, falto de toda moralidad.
Por otro lado promocionan campañas, ubicando máquinas expendedoras de preservativos en los Colegios,... etc., los jóvenes son arrastrados a cometer faltas contra la castidad y vivir buscando el hedonismo.

Juan José García Torralbo
Pozoblanco a 3 de Noviembre de 2010

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