sábado, 31 de julio de 2010

FE CRISTIANA: Comunicación 16

¿QUÉ SABES DE LA FE CRISTIANA?

Posible metodología: lees las preguntas del cuestionario y trata de averiguar lo que
sabes del tema. Después, si te parece bien, lees las respuesta que yo he dado.

1. LA RESURRECCIÓN DE LA CARNE
  • ¿Qué diferencia hay entre Resurrección y reencarnación?
R/ La doctrina de la resurrección final excluye las teorías de la “reencarnación”, por la que el cuerpo, después de la muerte, emigra a otro cuerpo y si hace falta repetidas veces si hace falta, hasta quedar definitivamente purificada. El Concilio Vaticano II nos ha dicho que “está establecido que los hombres mueran una sola vez”.
  • ¿Qué conlleva creer en la Resurrección de la carne?
R/ Con la muerte la parte espiritual del hombre (sin dualidad) se separa de la parte material; con la resurrección, espíritu y materia se reúnen y se cumple así esa inmortalidad a la que está llamada el hombre ya que es imagen y semejanza de Dios; es, además, un vivo recuerdo de su dignidad, especialmente en su vertiente material; nos dice de la bondad del mundo, de la materia, del valor de la historia vivida día a día, de la vocación eterna de la materia.

2. EL SENTIDO CRISTIANO DE LA MUERTE
  • ¿Por qué decimos que la muerte constituye el límite del período de prueba?
R/ El hecho de que la muerte constituye el límite del período de prueba sirve al ser humano para enderezar bien su vida, para aprovechar el tiempo y los demás talentos, para obrar rectamente, para gastarse en el servicio a los demás.
Para quien vive el Bautismo la muerte sigue siendo dolorosa y repugnante, pero ya no es un recuerdo vivo del pecado.
  • ¿Cómo se debe aprovechar este período antes de la muerte?
R/ La muerte es una oportunidad preciosa de poder ser corredentor con Cristo: nuestros sufrimientos y dolores, unidos a los sufrimientos y dolores de Cristo, mediante la mortificación y la entrega a los demás, hacen que tengan valor salvífico no sólo para nosotros, sino para el mundo entero. “Gracias a Cristo, la muerte tiene un sentido positivo”.

3. LA VIDA ETERNA EN COMUNIÓN ÍNTIMA CON DIOS
  • ¿Qué es la Vida Eterna?
R/ Dios creó al hombre en estado de gracia que significa crearlo para la eterna comunión con Él. El ser humano desaprovechó ese estado de gracia por el pecado, y Cristo nos redimió. A esta eterna comunión con Dios a lo que San Juan Llama la ‘vida eterna’.
La vida eterna no es un sucederse de días del calendario, sino que es el momento de satisfacción, en la cual la totalidad de Dios nos abraza y nosotros abrazamos a la totalidad de Dios. Es el momento de sumergirse en el amor infinito en donde el tiempo ya no existe: es la vida en su sentido pleno y un estar desbordados simplemente por la alegría.
El cielo no consiste en una pura, abstracta e inmóvil contemplación de la Trinidad. El ser humano, en Dios, podrá contemplar todas las cosas que de algún modo hacen referencia a su vida espiritual y material, gozando de ellas y en especial para amar a los que ha amado en el mundo pero con un amor puro y perpetuo.
Que el cielo dure eternamente no quiere decir que deje de ser libre. En el cielo la libertad ha alcanzado su plena realización. La gracia divina no elimina la naturaleza humana, ni en su ser ni en sus facultades, ni su personalidad ni lo que ha merecido durante la vida. Por esto hay distinción y diversidad entre los que gozan de la visión de Dios, no en cuanto a lo que se ve que es el mismo Dios, sino en cuanto a la cualidad del sujeto: “quien tiene más caridad participa más de la luz de la gloria, y más perfectamente verá a Dios y será feliz”.

4. EL INFIERNO COMO RECHAZO DEFINITIVO DE DIOS
  • ¿Quién va al Infierno?
R/ El que muere en pecado mortal, sin estar arrepentido, ni acoger el amor misericordioso de Dios, por propia voluntad, permanecer separado de Él para siempre. Luego al infierno van los impenitentes que no han querido aceptar el amor de Dios que siempre es compasivo y misericordioso.
  • ¿Dios predestina a quien va al infierno? ¿Por qué?
R/ No es Dios que predestine a nadie a la condenación perpetua; es el ser humano que busca su fin último al margen de Dios.

5. LA PURIFICACIÓN NECESARIA PARA EL ENCUENTRO CON DIOS
  • ¿Qué y cómo es el purgatorio?
R/ Los que mueren en la gracia y la amistad de Dios, pero imperfectamente purificados, aunque están seguros de su eterna salvación, sufren después de la muerte una purificación, a fin de obtener la santidad necesaria para entrar en la alegría del cielo. Se puede pensar que muchos seres humanos, aunque no hayan vivido una vida santa en la tierra, tampoco se han encerrado definitivamente en el pecado, por eso existe la posibilidad, por la misericordia de Dios, de ser limpiados de las impurezas y esa es la etapa que llamamos “Purgatorio”.
  • ¿A qué nos llama?
R/ El pensar en la existencia del Purgatorio, hace al bautizado el ser fiel a las promesas que hizo en el Bautismo y procurar ser cada día, libremente, más cumplidor de los Mandamientos de la Ley de Dios y sobre todo más apóstol de Jesucristo, sobre todo con el testimonio de una vida santa.

6. LOS NIÑOS MUERTOS SIN EL BAUTISMO
  • ¿Qué motivos tiene la Iglesia para ¨entregar¨ a la misericordia de Dios a los niños muertos sin bautizarse?
R/ La Iglesia piensa en la misericordia de Dios para los niños muertos sin recibir el Bautismo. Hay que pensar que Dios de algún modo los acoge, sea por el gran cariño que siempre mostró Jesús a los niños; sea porque ha enviado a su Hijo con el deseo de que todos los hombres se salven.

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