FE CRISTIANA: Comunicación 20

¿QUÉ SABES DE LA FE CRISTIANA?
COMUNICACIÓN 20ª

Puedes leer las preguntas y sabrás lo que sabes del tema. Después, si te parece bien, lee las respuestas que hemos dado al tema.

1. LA DIMENSIÓN SACRAMENTAL DE LA SANTA MISA.

• ¿En qué sentido la Santa Misa es sacrificio?

R/ La Santa Misa es sacrificio en un sentido propio y singular, “nuevo” respecto a las religiones naturales y a los sacrificios rituales del Antiguo Testamento. Es sacrificio porque la Santa Misa hace presente, en el hoy, el único sacrificio de nuestra redención, es el memorial de esa Redención y aplica su fruto.

• ¿Qué momento principal de la Obra de la Redención Divina se conmemora en la Eucaristía?

R/ La Santa Misa es verdadero y propio sacrificio por su relación directa con el sacrificio único, perfecto y definitivo de la Cruz. Esta relación fue instituida por el mismo Jesucristo en la Última Cena, cuando entregó en las especies del pan y del vino, su Cuerpo en sacrificio y su Sangre derramada en remisión de los pecados anticipando en el rito memorial lo que sucedió históricamente poco tiempo después en la Cruz. Desde entonces la Iglesia, bajo la guía y la virtud del Espíritu Santo, no cesa de cumplir el mandato de Jesús ‘haced lo que yo os digo’.

• ¿Qué significa que no hay yuxtaposición sino identificación?

R/ Cuando se celebra la Eucaristía, por la consagración del pan y del vino en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, se hace presente la misma Víctima del Calvario, ahora gloriosa: el mismo Sacerdote, Jesucristo; el mismo acto de ofrenda sacrificial, inseparablemente unido a la presencia sacramental de Cristo; oferta siempre actual en Cristo resucitado y glorioso. No es que en el pan y el vino veamos, ni siquiera por la fe, el Cuerpo y la Sangre de Cristo, es que sucede así en ese mismo momento de la celebración. Sólo cambia la manifestación externa de esta entrega: en el calvario de forma cruenta mediante la pasión y muerte de Cruz; en la Misa, de forma incruenta, a través del memorial-sacramento: la doble consagración del pan y del vino en el contexto de la Plegaria Eucarística. La Última Cena, el Sacrificio del Calvario y la Eucaristía están estrechamente relacionados: la Última Cena fue la anticipación sacramental del Sacrificio de la Cruz; la Eucaristía que instituyó Jesucristo, perpetúa a lo largo de los tiempos, allí donde se celebra sacramentalmente, el único sacrificio redentor del Señor, para que todas las generaciones puedan entrar en contacto con Cristo y acoger la salvación que Él ofrece a toda la humanidad.

• ¿A qué nos estimula la Eucaristía?

R/ Nos estimula a que como Iglesia nos ofrecemos y somos ofrecidos en Cristo al Padre por el Espíritu Santo: esta es la tradición de la Iglesia, tanto en los textos de la liturgia como en las enseñanzas de los Santos Padres y del Magisterio.
Fundamento: Cristo y los miembros de su Cuerpo están unidos y cooperan entre sí. Así lo dice el Vaticano II: “En esta obra tan grande, por la que Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados, Cristo asocia siempre consigo a la Iglesia.”

• ¿Qué se ofrece en el Sacrificio del Altar?

R/ La Iglesia, en su Sacerdocio ministerial y en el sacerdocio común de los fieles, ofrece, en Cristo y con Cristo, la Víctima pura, santa e inmaculada. Jesucristo es quien ofrece el sacrificio espiritual de los fieles incorporado al suyo. La relación entre estos dos aspectos no puede caracterizarse como yuxtaposición ni como sucesión, sino como presencia de uno en el otro.

• ¿Por qué y de qué forma participan los fieles en la Celebración?

R/ Los fieles no son simples espectadores de un acto de culto realizado por el sacerdote celebrante; todos ellos pueden y deben participar en la oferta del sacrificio eucarístico, porque en virtud del Bautismo han sido incorporados a Cristo y forman parte de la “estirpe elegida, del sacerdocio real, de la nación santa, del Pueblo que Dios ha adquirido”, del Nuevo
Pueblo de Dios en Cristo, que Él mismo convoca y sigue reuniendo en torno a sí, para que de un confín al otro de la tierra ofrezca a su nombre un sacrificio perfecto. Ofrecen, en Cristo y con Cristo, ofrecen la Víctima pura, santa e inmaculada.
Todo esto comporta el ejercicio del sacerdocio común de los fieles en la Eucaristía.

2. FINES Y FRUTOS DE LA SANTA MISA

• ¿Cuáles son los fines de la Santa Misa?

R/ La Santa Misa, puesto que es el sacrificio de Cristo, tiene los mismos fines que el sacrificio de la Cruz.
** lautrético (alabar y adorar a Dios Padre, por el Hijo, en el Espíritu Santo)
** propiciatorio (dar gracias a Dios por la creación y redención)
** impetratorio (pedir a Dios sus gracias y sus dones).
Esto se expresa en las diversas oraciones que forman parte de la celebración de la Eucaristía. Especialmente: Gloria; Credo; Plegaria Eucarística (Prefacio, Santo, Epíclesis, Anamnesia, Intercesiones, Doxología final); Padre Nuestro; en las oraciones propias de cada Misa: Colecta; oración sobre las Ofrendas; Oración después de la Comunión.

• ¿Cuáles son sus principales frutos?

R/ Por frutos de la Misa se entienden los efectos que la virtud salvífica de la Cruz, hecha presente en el sacrificio eucarístico, genera en los hombres cuando la acogen libremente con fe, esperanza y amor al Redentor.
Estos frutos de santidad no se determinan idénticamente en todos los que participan; serán mayores o menores según la inserción de cada uno en la celebración y en la medida de su fe y devoción. Por tanto, participan de manera diversa de los frutos de la Santa Misa: toda la Iglesia; el sacerdote que celebra y aquellos por los que la Misa se aplica que pueden ser
vivos o difuntos.

Juan José García Torralbo
Pozoblanco a 19 de Julio de 2010