viernes, 3 de septiembre de 2010

FE CRISTIANA: Comunicación 21

¿QUÉ SABES DE LA FE CRISTIANA?
COMUNICACIÓN 21ª


Puedes leer las preguntas y sabrás lo que sabes del tema. Después, si te parece bien, lee las respuestas que hemos dado al tema.

1. LA PRESENCIA REAL EUCARÍSTICA
  • ¿De qué manera Cristo se hace presente en su Iglesia?
R/ Cristo está presente en la Iglesia de múltiples maneras: en su Palabra, en la Oración de los Fieles, en los pobres, los enfermos, los encarcelados, en los sacramentos y especialmente en la persona del ministro sacerdote, que es su representante en la tierra. Pero, sobre todo, está presente bajo las especies eucarísticas.
  • ¿A qué llamamos presencia real?
R/ La singularidad de esta presencia eucarística, se manifiesta en el hecho de que el Santísimo Sacramento contiene verdadera, real y substancialmente el Cuerpo y la Sangre junto con el Alma y la Divinidad de nuestro Señor Jesucristo, Dios verdadero y hombre perfecto, que nació de la Virgen, murió en la Cruz y ahora está a la diestra del Padre. Esta es la presencia ‘real’, no a título exclusivo, sino por excelencia, porque es substancial, y por ella Cristo, Dios y Hombre, se hace totalmente presente.
Substancial trata de indicar la consistencia de la presencia personal de Cristo en la Eucaristía: no es una figura, una significación, no es un signo… La Eucaristía es presencia real, en sí misma está presente el Cuerpo, Alma y Divinidad de nuestro Señor Jesucristo. A esta unión se le llama unión hipostática, aunque esté oculta bajo las especies de pan y de vino; de esta forma no se conoce por los sentidos, sino sólo por la fe que se apoya en la autoridad de Dios.

2. LA TRANSUBSTANCIACIÓN
  • ¿Qué es la transubstanciación?
R/ La presencia real, verdadera y substancial de Cristo en la Eucaristía, supone una conversión extraordinaria, sobrenatural, única. Se fundamenta en las mismas palabras del Señor “Tomad y comed: esto es mi Cuerpo… bebed todos de él porque esta es mi sangre de la nueva alianza”.
Estas palabras se hacen realidad si sólo el pan y el vino dejan de ser pan y vino y se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, porque es imposible que una misma cosa pueda ser simultáneamente dos seres diversos: pan y Cuerpo de Cristo; vino y Sangre de Cristo.
  • ¿Cuándo y cómo sucede?
R/ Por la consagración del pan y del vino se opera el cambio de toda la sustancia del pan en la sustancia del Cuerpo de Cristo, nuestro Señor, y de toda la sustancia del vino en la sustancia de su Sangre. Sin embargo permanecen inalteradas las apariencias del pan y del vino, es decir “especies eucarísticas”.
Es la luz de la fe la que nos da a conocer que lo que realmente se contiene en las especies eucarísticas es la sustancia del Cuerpo y Sangre de Cristo. Gracias a la permanencia de las especies del pan, podemos afirmar que el Cuerpo de Cristo, su entera persona, está realmente presente en el altar, o en el copón o en el sagrario.
El Misal Romano resalta todo el rito de la Consagración y da mucha importancia a la bendición antes de las Palabras y la elevación.
Extendiendo las manos sobre las ofrendas, dice:
“Bendice y santifica, Padre, esta ofrenda,
haciéndola perfecta, espiritual y digna de ti,
de manera que sea para nuestro bien
el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo amado,
Jesucristo, nuestro Señor.
Él mismo, la víspera de su Pasión,
tomó pan en sus santas y venerables manos,
y, elevando los ojos al cielo,
hacia ti, Dios, Padre suyo todopoderoso,
dando gracias, te bendijo,
partió el pan,
y lo dio a sus discípulos, diciendo”: …
Algunos creen que esta bendición sobre la ofrenda es el momento en que se realiza la tansubstanción.

3. PROPIEDADES DE LA PRESENCIA EUCARÍSTICA
  • ¿Cuáles son las propiedades de la presencia eucarística?
R/ Según la fe católica Jesucristo está presente todo entero, con su corporeidad glorificada, bajo cada una de las especies eucarísticas, y todo entero en cada una de las partes resultantes de la división de las especies, de modo que la fracción del pan no divide a Cristo.
Se trata de una modalidad de la presencia singular; porque es invisible e intangible; es permanente, en el sentido de que, una vez realizada la consagración, dura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas.

4. EL CULTO A LA EUCARISTÍA
  • ¿Con qué fines se reserva la Eucaristía en el Sagrario?
R/ La Eucaristía se reserva en el sagrario principalmente con estos fines:
** Para poder dar la Sagrada Comunión a los enfermos o imposibilitados de participar en la Santa Misa.
** Para que la Iglesia pueda dar culto de adoración al Santísimo Sacramento, durante la Exposición y la Bendición con el Santísimo.
** Para que los fieles puedan visitar a Jesús Sacramentado frecuentemente.
  • ¿Cuáles son las principales fiestas eucarísticas?
R/ Hay dos grandes solemnidades litúrgicas en las que se celebra de modo especial este Sagrado Misterio: Jueves Santo: se conmemora la institución de la Eucaristía y del Orden Sagrado.
La solemnidad del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, (Corpus Christi) destinada especialmente a la adoración y a la contemplación del Señor en la Eucaristía.

5. LA EUCARISTÍA, BANQUETE PASCUAL DE LA IGLESIA
  • ¿Cuál es el principal fin del rito de la Comunión?
R/ El principal fin del rito de la Eucaristía es celebrar el Banquete Pascual. Cristo, realizando sacramentalmente su Pascua, (el paso de de este mundo al Padre a través de su pasión, muerte, resurrección y ascensión gloriosa), nos entrega su Cuerpo y su Sangre, ofrecidos como comida y bebida, y nos une con Él en su sacrificio.
“La Misa, es a la vez e inseparablemente, el memorial sacrificial en que se perpetúa el sacrificio de la Cruz, y el banquete sagrado de la comunión en el Cuerpo y Sangre de Cristo. Pero la celebración del sacrificio eucarístico está totalmente orientada hacia la unión íntima de los fieles con Cristo por medio de la comunión: Comulgar es recibir a Cristo mismo que se ofrece por nosotros.”
  • ¿Cuándo y por qué la Eucaristía alcanza su máximo sentido?
R/ Cuando se recibe la Santa Comunión, ordenada por Cristo (tomad y bebed…). Recibir la Comunión forma parte de la estructura fundamental de la celebración de la Eucaristía.
Podíamos decir que, casi no tiene sentido asistir a Misa y no comulgar, ya que no se participa plenamente de la Eucaristía. Pero no podemos decirlo ya que la Eucaristía puede ser útil, muy útil, a los que no comulgan: le da gracias, ya que escuchan la Palabra de Dios y puede ser que algún día entiendan lo que es realmente participar plenamente de la Eucaristía.
  • ¿Por qué es necesario comulgar?
R/ Cuando Jesús prometió la eucaristía, afirmó que este alimento no es sólo útil. Sino necesario: es una condición de vida para sus discípulos: “… si no coméis mi carne y no bebéis mi sangre, no tendréis vida en vosotros”. Esto lo dijo a sus discípulos y según el Evangelio de San Juan, muchos se retiraron, y es que comer y beber a Cristo es, por decirlo de alguna manera, hacer la digestión al revés: cualquier alimento pasa a ser parte de nosotros, se hace nosotros; pero cuando comulgamos nos convertimos nosotros en Cristo.
  • ¿Quiénes son ministros de la Sagrada Comunión?
R/ El ministro ordinario de la santa Comunión es el Obispo, Presbítero y Diácono. Ministro extraordinario es el Acólito.
Pueden ser ministros extraordinarios de la Comunión otros fieles, a los que su Obispo haya dado la facultad de distribuir la Eucaristía, cuando se juzgue necesario.
  • ¿Cuáles son las disposiciones que hay que tener para recibir la Sagrada Comunión?
R/ Para comulgar dignamente es preciso tener las disposiciones debidas entre las que se encuentra como necesaria estar en gracia de Dios: San Pablo proclama que será reo del Cuerpo de Cristo y de la Sangre del Señor, quien lo recibiera indignamente.
Se requiere además para comulgar con fruto además de estar en gracia de Dios un serio empeño por recibir al Señor con la mayor devoción actual posible; preparación remota y próxima; recogimiento; actos de amor y de reparación, de adoración, humildad, acción de gracias… etc.
Disposiciones del cuerpo: La reverencia interior ante la Sagrada Eucaristía se debe reflejar en las disposiciones del cuerpo: la Iglesia prescribe el ayuno, para los files de rito latino consiste en abstenerse toda comida o bebida, excepto agua, una hora antes de Comulgar; se debe procurar limpieza del cuerpo, el modo de vestir adecuado, los gestos de veneración que manifiestan el respeto y amor al Santísimo Sacramento.
El modo tradicional de recibir la Comunión en el rito latino es de rodillas y en la boca: los motivos que dieron lugar a esta antiquísima costumbre siguen siendo válidos, aunque se puede comulgar de pie y, en algunas diócesis está permitido recibir la comunión en la mano.
  • ¿Qué preparación requiere recibir la Sagrada Comunión?
R/ Que el niño tenga conocimiento, según su capacidad de los misterios de la fe y sepa distinguir entre pan y Pan Eucarístico.
Son los padres y el Párroco los que han de procurar que una vez llegado el niño al uso de razón se preparen convenientemente y comulguen cuanto antes previa confesión sacramental.
  • ¿Cuáles son los principales frutos de la Comunión?
R/ La Eucaristía produce nuestro bien en la vida espiritual de forma infinitamente sublime. Esta vida iniciada en el Bautismo, puede consolidarse y desarrollarse hasta alcanzar su plenitud con la Eucaristía.
La Eucaristía nos configura con Cristo y nos hace partícipes del ser y de la misión de Jesús, nos identifica con sus intenciones y sentimientos, nos da fuerza para amar como Cristo nos pide.
Dios, por la Sagrada Comunión, acrecienta la gracia y las virtudes, perdona los pecados veniales y la pena temporal, preserva de los pecados mortales y concede perseverancia en el bien: en una palabra, estrecha los lazos de unión con Él.
Pero la Eucaristía no ha sido instituida para el perdón de los pecados mortales; esto es propio del sacramento de la Confesión.
La Eucaristía causa la unidad de todos los fieles, la unidad de la Iglesia, es prenda o garantía de la gloria futura, es decir, de la resurrección y de la vida eterna y feliz junto a Dios, Uno y Trino, a los Ángeles y a todos los santos: «Cristo, que pasó de este mundo al Padre, nos da en la Eucaristía la prenda de la gloria que tendremos junto a Él; nos identifica con su Corazón, sostiene nuestras fuerzas y nos hace desear la Vida Eterna.
  • ¿Cómo los debemos manifestar?
R/ Todo esto debe manifestarse en nuestra vida. Dice San Pablo: «Si hemos sido renovados con la recepción del cuerpo del Señor, hemos de manifestarlo con obras. Que nuestras palabras sean verdaderas, claras, oportunas; que sepan consolar y ayudar, que sepan, sobre todo, llevar a otros la luz de Dios. Que nuestras acciones sean coherentes, eficaces, acertadas: que tengan ese bonus odor Christi, el buen olor de Cristo, para que recuerden su modo de comportarse y de vivir».

Pozoblanco a 24 de Julio de 2010

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