
La vida de Jesús fue eso, Y por eso, terminó como tenía que terminar: condenado, colgado y asesinado. "Para dar su vida por la salvación de todos." En resumen: el bautismo que recibió Jesús fue su propia muerte, por estar al servicio de todo el mundo, para salvar y liberar a todos. Este bautismo fue anunciado cuando Jesús se metió en las aguas del río Jordán, delante de Juan el Bautista. Y este mismo bautismo se realizó de verdad cuando Jesús murió por el pueblo.
El bautismo de los cristianos significa lo mismo que significó el bautismo de Jesús. O sea, el bautismo de los cristianos quiere decir que cuando una persona se bautiza, esa persona va a seguir el mismo destino y la misma vocación que siguió Jesús: servir a los demás y estar junto al pueblo y de parte del pueblo, hasta donde sea necesario, hasta incluso la muerte si hace falta.
Esto no lo entendemos bien o no queremos entenderlo: ¿que por el hecho de estar bautizado estoy llamado a sufrir, lo mismo que sufrió Jesús?
Esta manera de presentar el bautismo y de hablar del bautismo, parecerá muy rara a algunas personas, porque no estamos acostumbrados a oír estas cosas. Pero es importante tener en cuenta que los primeros cristianos pensaban así, y eran felices, muy felices.
¿Habéis experimentado alguna vez que si dominas el dolor y el sufrimiento, hasta te encuentras feliz?
San Pablo, que fue uno de los apóstoles más importantes que hubo en aquellos tiempos, les escribió una carta a los cristianos de Roma en la que les decía lo siguiente: "¿Es que os habéis olvidado de que todos nosotros, al bautizarnos nos unimos a Jesús el Mesías, y así nos bautizaron asociándonos a su muerte? Por eso, cuando nos metieron en el agua, que nos asociaba a su muerte, nos sepultaron con Jesús, para que, así como Cristo resucitó de la muerte por el poder del Padre, así también nosotros empecemos una vida nueva" (Rom 6, 3-4).
La idea más corriente entre los primeros cristianos era que cuando a uno lo bautizaban, se unía de tal manera con Jesús, que el cristiano se sentía como el que ha muerto a la vida egoísta y a todo lo malo; y que ha resucitado a una vida nueva, la vida que llevó Jesús en servicio de los demás.
Por eso, el bautismo se hace con agua y el agua, tiene poder para cuatro cosas:
1º) el agua da vida; cuando llueve, hay vida en el campo y la cosecha es buena, mientras que cuando hay sequía, el campo está como un desierto.
2º) el agua quita la sed; por eso el agua es necesaria también para la vida de los animales y de las personas.
3º) el agua lava; no basta el jabón y los detergentes, porque sin agua no podemos estar limpios.
4º) el agua mata; en los ríos, en los mares, en las piscinas, en las inundaciones y en las tormentas, todos los años muere mucha gente por causa del agua.
Pues bien, estas cuatro cosas pasan en el bautismo. Pero lo más importante y como la raíz de todo lo demás es lo último, es decir en el bautismo, el cristiano muere a la vida egoísta, o sea a la vida del que no piensa nada más que en pasarlo bien, aunque eso sea a costa de aprovecharse de los demás y hacer sufrir a otras personas. He puesto en negrilla el “nada más”, para que nos demos cuenta que no podemos ser masoquistas, tenemos que buscar también el pasarlo bien.
Y porque en el bautismo muere el cristiano de esa manera, por eso el bautismo es fuente de vida, es como un manantial de alegría y de satisfacción, y es el comienzo de una vida limpia y clara y transparente, como el agua limpia que corre por las montañas. De esta manera, el bautismo nos une a la vida de Jesús, a la muerte de Jesús, y a la resurrección de Jesús.
Esto es lo que debería ser el bautismo de los cristianos. Pero todos sabemos que así no suele ser el bautismo, tal como lo entiende la gente y tal como se hace en muchas parroquias. La mayor parte de la gente no tiene ni idea de lo que es el bautismo. Unos llevan a sus niños a bautizarlos, porque eso es lo que hace todo el mundo, porque eso es lo que se ha hecho toda la vida. Otros, porque de esa manera tienen una buena ocasión de organizar una fiesta en la casa. Otros, porque si al niño le pasa algo, no quieren que se muera como un perro. Otros, porque quieren que sea cristiano, pero sin darse cuenta de lo que eso quiere decir. O sea, que casi nadie recibe el bautismo como Dios manda, es decir tal como fue el bautismo de Jesús y de acuerdo con lo que aquello tiene que representar para un cristiano.
Cuando Jesús fue bautizado, seguramente se preguntaría: "¿Qué hago yo aquí?".
Hoy nos preguntamos: "Y nosotros* ¿qué hacemos aquí? Es decir, ¿entendemos nuestro bautismo como lo entendió Jesús? Cada uno tiene su trabajo, sus quehaceres y su tarea… su “profesión”. Pero, además de eso, ¿qué es lo qué tenemos que hacer de acuerdo con nuestra vocación de cristianos?
El Catecismo de la Iglesia Católica lo señala: Ser sal y luz en el mundo, aunque cueste, aunque para ello haya que sufrir; pero debemos saber que, por experiencia, sabemos que darse a los demás, es lo que más alegría produce en el mundo.
Quizás ahora, el habernos bautizado con agua, y conociendo lo que esto significa, no está sentando el Bautismo que recibimos como un “jarro de agua fría”. Pero no es para tanto: podemos pensar un poco que eso de servir, eso de preocuparse de los pobres, incluso eso de morir si fuera preciso… trae más felicidad que andar por la vida, bautizado, pero sin ser cristiano porque no me decido a ser “un cristiano como Dios manda y por la gracia de Dios”.
PREGUNTAS
1. Antes de leer estas Comunicaciones, ¿qué idea tenías de lo que es el bautismo? Y, ¿para qué te creías tú que es el bautismo?
2. ¿Qué es lo más importante que vas aprendiendo en estas comunicaciones?
3. Si la Iglesia está formada por toda la gente que ha recibido el bautismo, ¿cómo te parece a ti que debería ser la Iglesia, de acuerdo con lo que has aprendido en estas comunicaciones?
Posible CONCLUSIÓN:
Que esta Comunicación no te haya caído como un jarro de agua fría: el sufrimiento por Cristo y por servir a los demás, produce una alegría tremenda.
¡Si no lo has probado, pruébalo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario