lunes, 15 de septiembre de 2008

Octava comunicación 2008-2009

El Papa, como buen Pastor de la Iglesia, nos catequiza sobre este “año jubilar paulino”

En esta Catequesis nos habla de San Pablo en estos términos: San pablo vive una entrega total al Señor y a su Iglesia; así como de gran apertura a la humanidad y sus culturas.

Es justo dedicar un lugar especial en nuestra veneración, pero aún más debemos esforzarnos por comprender lo que nos puede decir a nosotros los cristianos.

AMBIENTE EN QUE VIVIÓ Y ACTUÓ.

Procede de una cultura muy precisa y circunscrita, ciertamente minoritaria: Pueblo de Israel y de su tradición.

Los judíos en el Imperio Romano eran sólo el 10% de la población total. En Roma no alcanzaba ni el 3% de los habitantes de la ciudad.

Creencias y estilo de vida: a los judíos se los distinguía claramente, precisamente, por sus creencias y estilo de vida, que llevaba a la burla, seguida de intolerancia o a la admiración manifestada en varias formas de simpatía: temerosos de Dios, prosélitos, paganos que se asocian a la Sinagoga y compartían la fe en el Dios de Israel.




TB. LIBRO DE JOB. COMUNICACIONES BÍBLICAS.
OCTAVA COMUNICACIÓN

Los discursos de Elifaz: Estos discursos son tres y el primero se encuentra en los capítulos 3 y 4 del Libro.

Este ¡amigo! (vamos a ponerlo entre admiraciones), acusa a Job y le pregunta, ¿dónde está la perfección de su conducta? ¿Dónde está el santo Job? Por lo visto, no ha sido tan justo y, como Dios castiga a los malvados, Job está recibiendo el castigo que le corresponde. Ésta es una acusación muy fuerte para escucharla un hombre que está sufriendo y que no tiene conciencia de ser un malvado.

El segundo de los discursos de Elifaz se encuentra en el capítulo 15 y sigue molestando a Job y diciéndole que un sabio, como se supone que es, se defiende ante Dios. Pero Job no puede defenderse, su proceder demuestra que Dios hace bien en castigarle, porque ha cometido la maldad.

En el tercer discurso se encuentra en el capítulo 22, Elifaz arremete contra Job y le dice claramente que Dios trata a los hombres según se han comportado: está sufriendo, luego es un malvado, un pecador.

Hoy día, hay quien sigue esta teoría de la retribución: los sufrimientos y el dolor de la vida son consecuencia de los comportamientos malos que hayamos tenido.

Dios premia o castiga, según tus comportamientos sean buenos o malos.

Todavía se escucha con mucha frecuencia: ¡Castigo de Dios! ¡El Señor te va a castigar! Etc.

Que visión más baja tenemos de Dios, que actúa de forma contable, mercantil: te portas bien… te pago con beneficios; te portas mal… los que debes esperar es el castigo.

Dios no es así.

Las palabras de Elifaz cómo tuvieron que herir a Job: Un hombre bueno, siempre obrando el bien, que sin saber cómo, ni por qué, se ve en la situación que se encuentra: esto ya es bastante, pero, encima, un amigo, que se supone ha venido a consolarle, le martillea para que diga en qué ha pecado para verse así.

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