jueves, 2 de octubre de 2008

Novena comunicación 2008-2009

Benedicto XVI sigue catequizando sobre la figura de San Pablo en cuyo Año Jubilar nos encontramos.
El apóstol san Pablo, figura excelsa y casi inimitable, pero en cualquier caso estimulante, se nos presenta como un ejemplo de entrega total al Señor y a su Iglesia, así como de gran apertura a la humanidad y a sus culturas.
Así pues, es justo no sólo que le dediquemos un lugar particular en nuestra veneración, sino también que nos esforcemos por comprender lo que nos puede decir también a nosotros, cristianos de hoy. Consideraremos el ambiente en el que vivió y actuó. Este tema parecería remontarnos a tiempos lejanos, dado que debemos insertarnos en el mundo de hace dos mil años. Podremos constatar que, en varios aspectos, el actual contexto sociocultural no es muy diferente al de entonces.
San Pablo procede de una cultura muy precisa y circunscrita, ciertamente minoritaria: la del pueblo de Israel y de su tradición. Sus creencias y su estilo de vida, como sucede también hoy, los distinguían claramente del ambiente circunstante. Esto podía llevar a dos resultados: o a la burla, que podía desembocar en la intolerancia, o a la admiración, que se manifestaba en varias formas de simpatía, como en el caso de los "temerosos de Dios" o de los "prosélitos", paganos que se asociaban  a  la  Sinagoga  y compartían la fe en el Dios de Israel. 





TB. LIBRO DE JOB. COMUNICACIONES BÍBLICAS.

NOVENA COMUNICACIÓN

Los discursos de Bildad. También los discursos de Bildad son tres y siguen la misma tónica.
Bildad no trata de consolar a Job, sino desde otra perspectiva que Elifaz, trata de convencerle de que algo malo ha hecho parea ser castigado de la forma que ha sido castigado.  
Primer discurso. (c. 8) Bildad quizás ataque con más fuerza que Elifaz. Culpa del castigo a la vida licenciosa que llevaban sus hijos. Dios castiga al padre por la culpa de sus hijos y su mala vida.
 Ellos han recibido su castigo con la muerte, pero Job debe arrepentirse y pedir perdón.
Segundo discurso. (c. 18) Bildad ve a Job como una persona irritada y la ira que demuestra, aunque en sus quejas no quiere ofender a Dios, no puede nada contra el orden y la justicia que Dios tiene: Dios es justo y no tiene más remedio que castigar sus pecados.
Lo que tiene es consecuencia de ser un hombre pecador y malvado.
Tercer discurso. (c. 25) Ante Dios no puede un hombre ser justo y tú presumes de ello, por eso la omnipotencia de Dios te ha castigado.
También Bildad en lugar de consolarle, le quiere demostrar, con palabras muy fuertes que es un malvado y que debe arrepentirse y pedir perdón a Dios.

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