2ª Comunicación
LA REVELACIÓN
Posible metodología: Leer la pregunta e interrogarte sobre lo que sabes del tema. Después, si te parece bien, lees la posible respuesta que figura a continuación
1. DIOS SE REVELA A LOS HOMBRES
- ¿Qué revela Dios al hombre?
R/ Lo que revela Dios al hombre es su propia identidad; nos dice cómo es, para que puesto que hemos sido creados a imagen y semejanza suya, intentemos imitarle y ser como Él.
Lo primero que revela es su Trinidad, para que nos demos cuenta que nosotros, al igual que lo es Él, seamos seres comunicativos, seres que se aman y se complementan.
- ¿Cómo se revela Dios?
R/ Por esta revelación, Dios invisible habla a los hombres, poniéndose a su altura, movido por su gran amor y mora en ellos, para invitarlos a la comunicación con ellos, para invitarlos a la comunicación con Él y recibirlos en su compañía.
El primer paso que da Dios es lógico: La creación, donde Él se ofrece como testimonio de sí mismo. A través de las criaturas, creadas, Dios se ha manifestado a los hombres. Haciéndoles conocer su bondad y sus perfecciones: entre éstas revela que el ser humano es imagen y semejanza de Dios; es la criatura que en mayor grado revela a Dios.
2. LA SAGRADA ESCRITURA, TESTIMONIO DE LA REVELACIÓN
- ¿Cómo debe ser leída la Sagrada Escritura?
R/ La Sagrada escritura se tiene que leer en dos sentidos: Literal y Espiritual.
Los géneros literarios son diferentes según el autor-hombre; la etapa de la vida que está atravesando el hombre que escribe. Por eso, la Sagrada Escritura debe ser leída en la Iglesia, o sea, con el espíritu eclesial: se lee y se comprende en el mismo Espíritu en el que ha sido escrita.
Los estudiosos se esfuerzan por interpretar y profundizar el contenido de la Escritura proponen sus resultados a partir de su personal autoridad científica.
Al Magisterio de la Iglesia le corresponde la función de formular una interpretación auténtica, vinculante para los fieles, basada sobre la autoridad del Espíritu que asiste al ministerio docente del Romano Pontífice y de los Obispos en comunión con él. Gracias a esta asistencia divina, la Iglesia, ya desde los primeros siglos, reconoció qué libros contenían el testimonio de la Revelación, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, formulando así el “canon” de la Sagrada Escritura.
3. LA REVELACIÓN COMO HISTORIA DE LA SALVACIÓN CULMINADA EN CRISTO
- ¿Cuál es el papel de Cristo en la Revelación?
R/ La Historia de la salvación es una grandiosa pedagogía divina que apunta hacia Cristo. Los Profetas tienen la misión de recordar la Alianza y sus exigencias morales; hablan del Mesías prometido y anuncian una nueva Alianza, espiritual y eterna, escrita en los corazones; será Cristo el que revelará, con las Bienaventuranzas y toda su doctrina, las enseñanzas del Evangelio, promulgando el mandamiento nuevo del amor, de la caridad, que da cumplimiento a
toda la ley.
Jesucristo es simultáneamente mediador y plenitud de la Revelación; Él es el Revelador, la Revelación y el contenido de la misma, en cuanto Verbo (Palabra) de Dios hecho carne: «Dios, que había ya hablado en los tiempos antiguos muchas veces y de diversos modos a nuestros padres por medio de los profetas, últimamente, en nuestros días, nos ha hablado por medio de su Hijo, que ha sido constituido heredero de todas las cosas y por medio del cual ha sido hecho también el mundo».
4. LA TRANSMISIÓN DE LA REVELACIÓN DIVINA
- ¿Qué es la Sagrada Tradición?
R/ Se entiende por Tradición, la transmisión de los Apóstoles de toda la doctrina de Jesucristo que fueron extendiendo con la acción del Espíritu Santo en ellos. Esta Tradición ha llegado hasta nosotros a través del Papa y de los Obispos como sucesores de los Apóstoles: nos llega a través del Magisterio de la Iglesia.
5. EL MAGISTERIO DE LA IGLESIA, CUSTODIO E INTÉRPRETE AUTORIZADO DE LA REVELACIÓN
- ¿Cuál es el fin del Magisterio?
Al Magisterio de la Iglesia, por consiguiente, le corresponde la función de formular una interpretación auténtica, vinculante para los fieles, basada sobre la autoridad del Espíritu que asiste al ministerio docente del Romano Pontífice y de los Obispos en comunión con él. Gracias a esta asistencia divina, la Iglesia, ya desde los primeros siglos, reconoció qué libros contenían el testimonio de la Revelación, en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, formulando así el “canon” de la Sagrada Escritura.
El Magisterio de la Iglesia, por decirlo de alguna manera, nos actualiza las enseñanzas de la Sagrada Escritura conforme a los cambios y exigencias que va teniendo la sociedad; pero asistido por el Espíritu Santo no se aparta de la enseñanza de Jesucristo y, con valentía, defiende los valores, no sólo cristianos, sino los valores naturales que como seres inteligentes hemos de tener: podemos poner como ejemplo “el derecho a la vida, en todas sus facetas.
6. LA INMUTABILIDAD DEL DEPÓSITO DE LA REVELACIÓN
- ¿Por qué crece el número de dogmas?
R/ Los dogmas crecen en número con el desarrollo histórico de la Iglesia: con los dogmas no cambia o aumenta la doctrina, aquello en lo que hay que creer, sino porque tenemos la necesidad de dilucidar algún error o de ayudar a la fe del pueblo de Dios con oportunas profundizaciones definiendo aspectos de modo claro y preciso. Cuando el Magisterio de la Iglesia propone un nuevo dogma no está creando nada nuevo, sino solamente explicitando cuanto ya está contenido en el depósito revelado.
El Magisterio de la Iglesia ejerce plenamente la autoridad que tiene de Cristo cuando define dogmas, cuando propone, de una forma que obliga al pueblo cristiano a una adhesión irrevocable de fe.
El último dogma que definió el Magisterio de la Iglesia, si no me equivoco, fue la “Asunción de María en cuerpo y alma al cielo”. Este enunciado era una creencia que el pueblo de Dios ya tenía, y el Magisterio no hizo nada más que ratificarlo.
¿Quién no cree, que María es corredentora con Cristo? Pues esta creencia que se tiene, quizás algún día, no muy lejano, se proclamará dogma de fe.
Juan José García Torralbo
Pozoblanco, a 23 de Abril de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario